Rellena esta solicitud y a la mayor breveda posible contactaré contigo.
A veces el malestar no tiene nombre, pero sí peso. Puede que te sientas más irritable de lo habitual, que te cueste dormir, que sientas que estás más sensible, desmotivado o simplemente desconectado de ti mismo. Y te preguntas: “¿Esto será para tanto? ¿Necesito ir al psicólogo?”
La respuesta no siempre es clara, pero lo que sí es cierto es que no necesitas tocar fondo para buscar ayuda. La terapia no es solo para momentos de crisis, también es un espacio para prevenir, para entenderte, para cuidar tu salud emocional antes de que algo se vuelva insostenible.
Estas son algunas señales que podrían indicar que sería útil acudir a un psicólogo:
Te sientes triste, ansioso o apático de forma persistente.
Te cuesta disfrutar de las cosas como antes.
Tienes dificultades para concentrarte, descansar o tomar decisiones.
Notas cambios en tu sueño, tu apetito o tu energía.
Te cuesta controlar tus emociones o sientes que reaccionas de forma exagerada.
Tus relaciones personales o familiares están tensas o te generan malestar.
Sientes que estás atrapado en un bucle de pensamientos negativos.
Has vivido algo doloroso que no terminas de procesar.
Simplemente, no te reconoces en cómo estás viviendo últimamente.
Uno de los grandes mitos sobre la psicoterapia es pensar que sólo está indicada para personas con trastornos mentales graves. Y no. La terapia también es un espacio para acompañar procesos vitales, para trabajar tu autoestima, para explorar decisiones importantes, o simplemente para conocerte mejor.
El objetivo no es etiquetarte, sino ayudarte a entender lo que te pasa y acompañarte a vivir de una manera más coherente contigo mismo.
Al acudir a un psicólogo, puedes:
Aprender a identificar y manejar tus emociones de forma más saludable.
Desarrollar habilidades para afrontar mejor las dificultades.
Trabajar tu autoestima y tus patrones de pensamiento.
Mejorar tu comunicación y tus relaciones con los demás.
Conectar con tus necesidades, tus límites y tus valores.
Dar espacio a tu historia y resignificar lo que ha dolido.
Ir al psicólogo no significa que no puedas con tu vida. Significa que eliges no hacerlo solo o sola. Que reconoces que algo merece ser mirado con más profundidad. Y que decides ponerte en marcha, aunque no sepas por dónde empezar.
Si sientes que este texto te resuena, quizá sea un buen momento para darte ese espacio que tanto mereces.
Gracias por estar aquí.
Nos leemos.
Cuentame por Whatsappa