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Sentir nervios, inseguridad, incertidumbre o incluso miedo antes de acudir a consulta es algo muy comprensible. Por eso quiero contarte, de forma muy sencilla, cómo trabajo yo en esa primera cita.
La respuesta no siempre es clara, pero lo que sí es cierto es que no necesitas tocar fondo para ir al psicólogo.
Ir al psicólogo es un acto de valentía y cuidado hacia uno mismo. Es dejar de fingir que todo va bien y empezar a escucharse de verdad. Es decidir que mereces sentirte mejor.
He creado este blog para compartir contigo un espacio de reflexión y conocimiento que te acerque al apasionante mundo de la psicología.