Rellena esta solicitud y a la mayor breveda posible contactaré contigo.
Es muy común que, antes de pedir una cita, te preguntes: “¿Qué pasa realmente en una sesión de terapia?”. Quizás te imagines que es como en las películas, o puede que sientas incertidumbre porque no sabes qué esperar. Por eso hoy quiero contarte un poco cómo suelo trabajar yo en consulta.
Lo primero que quiero que sepas es que una sesión de terapia no es un interrogatorio, ni un juicio, ni un lugar donde tengas que “rendir cuentas”. Es, ante todo, un espacio seguro, donde poder hablar libremente y sentirte escuchado y respetado, sin prisa y sin expectativas imposibles.
Cada sesión es única, porque cada persona lo es. Pero si tuviera que contarte cómo suele ser una sesión conmigo, podría dividirlo en tres grandes momentos.
Al inicio, solemos dedicar un tiempo a recoger cómo ha sido tu semana o qué temas te gustaría trabajar ese día. Es un momento para “aterrizar” juntos, conectar con lo que está presente en ti en ese momento.
Durante el desarrollo, vamos explorando tus emociones, pensamientos, experiencias y comportamientos. Mi enfoque es integrador: utilizo herramientas de la terapia cognitivo-conductual, la terapia de aceptación y compromiso (ACT), la terapia psicodinámica o la sistémica, entre otras, siempre adaptándome a ti. Según lo que necesites, podemos trabajar identificando y cuestionando pensamientos automáticos, entrenando habilidades emocionales, explorando tu historia y tus vínculos, o utilizando técnicas más experienciales como el mindfulness o dinámicas simbólicas. No hay una única receta: busco lo que mejor encaje contigo y con tu proceso.
Al final de la sesión, solemos cerrar recogiendo lo trabajado, reflexionando sobre lo que ha surgido y, si lo vemos útil, planteando alguna tarea o reflexión para continuar fuera de consulta. Pero nunca como una obligación, sino como una herramienta para que la terapia no quede solo en el despacho, sino que también te acompañe en tu día a día.
En definitiva, una sesión de terapia es un espacio de encuentro contigo mismo, acompañada de alguien que no te va a juzgar, que te va a escuchar, que va a ayudarte a mirar lo que quizá no te atreves a mirar solo, y que va a caminar a tu lado mientras construyes nuevas maneras de estar contigo y con los demás.
Si alguna vez has pensado en pedir ayuda, pero no te decidías porque no sabías qué esperar, espero que estas palabras te acerquen un poquito más a dar el paso. Si te animas, aquí estaré para acompañarte.
Gracias por estar aquí.
Nos leemos.
Cuéntame por Whatsapp