Si estás pensando en pedir ayuda psicológica y no lo has hecho nunca, es normal que te preguntes cómo será la primera sesión con un psicólogo. Sentir nervios, inseguridad, incertidumbre o incluso miedo antes de acudir a consulta es algo muy comprensible. Por eso quiero contarte, de forma muy sencilla, cómo suelo trabajar yo en esa primera cita.

Cuando llegas a consulta, no tienes que saber exactamente qué decir ni cómo contarlo. No es un examen ni una entrevista fría. Es un espacio libre de juicios donde puedes expresar lo que necesites tal como lo necesites. Mi prioridad es que puedas sentirte cómodo o cómoda para empezar a hablar de lo que te preocupa, sin presiones ni expectativas.

Durante la primera sesión, te acompañaré a explorar el motivo que te trae a terapia y recogeré algunos aspectos de tu historia personal, siempre desde una escucha atenta y adaptándome a tu ritmo. No necesitas contarlo todo el primer día, ni tampoco tenerlo todo claro. Muchas veces, el primer paso es justamente empezar a poner en palabras aquello que ha estado dentro mucho tiempo sin ser nombrado.

El ritmo lo marcas tú.

No te pediré que te expongas más de lo que puedas sostener. La relación terapéutica se construye poco a poco, y para mí es fundamental que el proceso sea respetuoso con tu propio ritmo interno.

El objetivo de esta primera sesión no es resolverlo todo, ni salir con respuestas inmediatas. Es empezar a construir un espacio seguro donde te sientas escuchado, comprendido y acompañado en el proceso de entenderte y cuidarte mejor.

Si estás valorando dar este primer paso, quiero que sepas que estaré aquí estaré para acompañarte, sin juicios ni expectativas, solo con la voluntad de ayudarte a encontrarte un poco más contigo mismo o contigo misma.

Gracias por estar aquí.
Nos leemos.

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